Descripción

En 1979 la Unión Soviética empezó la  carrera por tener un avión de quinta generación: baja firma al radar, radar de barrido electrónico, integración de sensores para operar en red y súper crucero. El proyecto lo ganó en un principio Mikoyán, pero Sujói desarrolló su proyecto a parte. Tras el colapso de la URRSS, el proyecto de MIG se quedó sin fondos lo que acarreó muchos retrasos, y finalmente se canceló hasta el año 2000, donde se volvió a crear un concurso. Este nuevo concurso cambió ligeramente las especificaciones del avión, ya que ahora debía ser más maniobrable y con capacidades multipropósito, no solo aire-aire. Con el nuevo diseño, Sujói ganó el concurso y comenzó a desarrollar el PAK-50, que se trasformó en el que hoy conocemos como Su 57. Gracias a las continuas actualizaciones hechas en el modelo Su 27, y sus posteriores versiones, la empresa Sujói tenía mucho camino adelantado para el nuevo proyecto. Para cumplir todas las especificaciones creó un prototipo de gran tamaño, para ser un caza, pero con una maniobrabilidad muy superior a los cazas de quinta generación F 22 y F 35. Es capaz, como ya se ha demostrado en exhibiciones, de mantener ángulos muy altos de ataque sin perder la sustentación, y realizar maniobras como la Cobra de Pugachev o un resbale de cola. Sus características sigilosas se parecen mucho a las estadounidenses, pero este avión ha primado la capacidad de combate y maniobrabilidad a la baja firma de radar pasiva. La baja firma de radar pasiva se consigue de forma que no utiliza ninguna tecnología activa durante el vuelo, si no que debido a los materiales y formas de construcción ya se reduce la huella de radar. Este es el caso de los modelos americanos, ya que solo se les conoce las contramedidas electrónicas como única capacidad activa para disminuir su huella, el resto lo han integrado directamente en el fuselaje. El Sujói 57, como ha primado otras características, no es tan sigiloso de forma pasiva, pero incluye muchas medidas activas para reducir su huella de radar, lo que realmente lo convierte en tan sigiloso como el F-22, y muy probablemente más que el F-35. Se presupone debido a su tamaño que también tiene mayor capacidad de armamento, siendo capaz incluso de trasladar de forma sigilosa, dentro de su bodega, los grandes misiles hipersónicos Kinzhal.